sábado, 23 de febrero de 2008

Los científicos temen una plaga fuerte de medusas en el Mediterráneo este verano


Sobrepesca y condiciones ambientales están provocando una gran eclosión, que podría afectar a la costa
F. CARRERES/ La Verdad/ Foto Google

Silenciosas, con nocturnidad y eficiencia, la temidas medusas llevan meses preparando un desembarco veraniego que, si se cumplen los malos augurios, los bañistas no olvidarán. Los científicos del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona han encontrado durante los últimos meses concentraciones más que abundantes de Pelagia noctiluca, una de las especies más urticantes y molestas. Las plagas están formadas -hace unas semanas se avistaron por miles en Cabo Tiñoso- pero queda la esperanza de que no sean capaces de llegar a la costa. Sólo pueden hacerlo arrastradas por los vientos y las corrientes, ya que no son capaces de nadar.

Los científicos han detectado en el último trimestre concentraciones masivas, que oscilan entre los cuatro y diez ejemplares por metro cúbico de agua.

La Pelagia noctiluca es una especie propia del Mediterráneo, y no del Mar Menor, donde pocas veces ha podido prosperar, y siempre en poca cantidad. En principio, la plaga no afectaría a la laguna, que según todos los muestreos, está libre de esa especie y sólo mantiene una presencia mínima de su especie natural, la Cotylorhiza tuberculata (conocida popularmente como huevo frito). Así, el peligro se circunscribe únicamente al mar mayor.

El Instituto Oceanográfico de Murcia, que realiza muestreos periódicos y ha participado en el estudio, coincide con esos augurios. «Es muy posible que ocurra, ya que se dan las condiciones poblacionales y ambientales. Han ido en incremento y pueden provocar problemas, aunque no sólo en Murcia, en todo el mediterráneo. Pero cabe la posibilidad de que no lleguen a la costa porque dependen de las corrientes», explica Julio Mas, director del Instituto Oceanográfico de Murcia.Los espectaculares crecimientos, que han alarmado a los científicos, tiene una causa clara: la sobrepesca, que está desequilibrando los ecosistemas marinos.

La explotación excesiva de los mares por parte del hombre ha dejado a las medusas sin sus depredadores y competidores naturales, lo que les ha permitido ensanchar sus dominios sin límite.

«Estamos extrayendo vertebrados a mucha velocidad y en gran cantidad -explica Julio Mas. A eso se suma que las medusas, que no son capaces de matar a un adulto sí acaban con las larvas o huevos. Así, los vertebrados van en descenso rápido, y los invertebrados, con poca competencia, están ocupando el hueco».

Cantos de celo

El cálido invierno tampoco ayuda mucho. La eclosión de los celentéreos está asociada a la temperatura, y este año podría adelantarse hasta el mes de julio, cuando lo habitual es que no se produzca hasta agosto. Lo ideal sería que la eclosión se retrasara lo más posible, que es la tendencia que se había registrado hasta ahora, para evitar que las plagas afecten a la temporada de verano. «Hay aves que ya están con los cantos del celo, que suelen ser propios de la primavera, así que es posible que la eclosión de las larvas se adelante», afirma Julio Mas. Con todo a su favor, las medusas siguen preparando su desembarco.

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