martes, 12 de febrero de 2008

CARTAGENA/ Los consumidores pagan veinte veces más por un kilo de lechugas de lo que cuesta cultivarlo

Los que más ganan, las grandes superficies y los intermediarios El calor hace que se adelanten las cosechas y haya sobreproducción
12.02.08 -
ANTONIO LÓPEZ/ La Verdad
Hasta un 120% se encarecen las hortalizas de temporada, como la lechuga, apio, bróculi, alcachofa y calabacín desde que sale del campo de Cartagena hasta que llega a los supermercado de la ciudad. Para hacerse una idea, por un kilo de lechuga un agricultor recibe entre 0,06 y 0,10 céntimos, y cuando llega a los mercados los consumidores tiene que pagar 1,15 euros, casi un 200% más. Esta es la realidad que viven el campo de Cartagena que, a la escasez de recursos hídricos, los bajos precios en los productos y la falta de mano de obra, se le suma, las altas temperaturas, inusuales en este época del año, que provocan el adelanto de las cosechas y como consecuencia, excedentes en la producción.
Que la cesta de la compra se ha encarecido en los últimos meses todo el mundo lo sabe. Por ejemplo, si a un cartagenero le apetece acompañar su ensalada con un poco de bróculi, tendrá que pagar por un kilo 1,80 euros. Mientras, el agricultor recibe por producirlo tan sólo 0,15 céntimos. La diferencia es de un 120%, un margen «excesivo», que para el portavoz de Coag en Cartagena, Vicente Carrión, se quedan «las grandes superficies comerciales y los muchos intermediarios por los que pasan los productos antes de llegar a los consumidores»
.Sin embargo, la diferencia es mayor si queremos comprar un kilo de apio. El agricultor recibe 0,12 céntimos por producirlo, y el consumidor lo tiene que pagar a 2,20 euros en un supermercado, un 180% más caro. Como dice Carrión, la bolsa de la compra sube en los mercado, pero el agricultor sigue sin ver un solo euro.
Pero no en todos los productos hay tanta diferencia. Por ejemplo, un kilo de alcachofa cuesta en el supermercado 1,60 euros y producirlo 0,15 céntimos, un 90% de diferencia. Estos precios evidencian la crisis por la que atraviesas los pequeños y medianos agricultores de la zona que provoca que muchos tengan que verse obligados a abandonar el campo y a buscarse otros medios de subsistencia.Ahora la crisis se agrava aún más con las altas temperaturas.
«Las cosechas se adelantan, y eso provoca que se nos junten unas con otras. Esto hace que tengamos que vender muy barato, para que no se nos acumulen en los almacenes. De esta forma, en la mayoría de las ocasiones, con el dinero que recibimos, no llegamos ni a cubrir los gastos de producción», indicó Carrión.
Lo malo de esta situación, comentó, es que «el frío aún tiene que llegar y otros productos como la almendra, que ahora esta en flor, de forma prematura, se helará», Carrión advierte que «así no se puede trabajar. Llegará un momento en el que todos abandonemos y los campos se queden vacíos».

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