SAN PEDRO DEL PINATAR / Los regantes tendrán que desalar 3,7 hectómetros de la nueva depuradora para sus cultivos

A. SALAS/La Verdad

La nueva depuradora aportará agua para riego, pero antes tendrá que pasar por la desalobradora de El Mojón para eliminar la elevada salinidad que contienen las aguas residuales del municipio pinatarense. Es el problema que se plantean ahora los regantes del Campo de Cartagena, a quienes la Confederación Hidrográfica del Segura concedió ya el uso de los 3,7 hectómetros cúbicos al año de la planta de San Pedro inaugurada ayer.

A partir de ahora tendrán que estudiar la manera de llevar las aguas depuradas a la desalobradora y después a las cultivos con el fin de «no perder ni una gota», según indicaron fuentes de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, que cuenta con 40.000 hectáreas entre San Pedro del Pinatar y Cartagena. El caudal depurado en San Pedro registra 3.500 gramos de salinidad, frente a los 1.000 máximos que admite el riego, indicó el director general del Agua, Miguel Ángel Ródenas.

«Caudal constante»

Mientras tanto, el agua depurada de la nueva planta saldrá al Mediterráneo, aunque al menos se evitará el vertido de caudales contaminantes. Un emisario submarino expulsa actualmente las aguas depuradas de San Javier y de San Pedro del Pinatar, según confirmó Ródenas. Así será hasta que los regantes resuelvan la conexión de las aguas para recibir «un caudal importante porque es constante y no sólo no decrece, sino que es el más seguro en una zona deficitaria», apuntaron los regantes. En total, ya son 21 hm3 al año lo que producen las depuradoras de la comarca del Mar Menor, a falta de los 2,9 hm3 que aportará la de Los Alcázares el próximo año. La depuradora pinatarense se diferencia del resto en su avanzada tecnología, a base de un sistema de membranas de ultrafiltración que eliminan impurezas y desinfectan las aguas residuales de hasta 133.000 habitantes. «Es la primera de Europa en tecnología, la planta del futuro que funciona en el presente», resaltó ayer el presidente Ramón Luis Valcárcel.

El proceso de depuración se realiza en su mayor parte a cubierto y con un elevado control de olores para reducir el impacto en el Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro, donde se encuentra. Con un coste de 13 millones de euros, está diseñada para producir 20.000 metros cúbicos al día de agua altamente depurada.