martes, 30 de octubre de 2007

MAR MENOR / Narbona pretende demoler decenas de viviendas en la costa

La Opinión de Murcia.
Medio Ambiente propondrá mañana a las comunidades autónomas un plan para despejar la fachada marítima en el litoral
El ministerio de Medio Ambiente quiere despejar la línea de costa. Su objetivo es demoler decenas de viviendas y construcciones turísticas que invaden el dominio público y retranquear edificaciones situadas en primera línea, cuando sea posible alcanzar un acuerdo con los propietarios y con los ayuntamientos, que serían los encargados de proporcionar suelo urbanizable para levantar otro inmueble. Estas son algunas de las propuesta que el Departamento de Cristina Narbona propondrá mañana, miércoles, a los responsables de las comunidades autónomas para alcanzar un pacto que frente la construcción en el litoral.

En la Región, la mayor parte de las edificaciones que están en el punto de mira se concentra en Mazarrón y en las riberas del Mar Menor. De momento, no está claro que el Gobierno regional esté representado en este encuentro, dado que las consejerías de Turismo y Costas y de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio niegan haber sido convocadas. El secretario general para la Biodiversidad y el Territorio del ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, se propone alcanzar "un pacto de Estado con las comunidades autónomas", según informaba ayer el diario El País. El número dos del Ministerio aseguraba que el acuerdo no sería posible sin el apoyo de los ayuntamientos y de las comunidades autónomas, que tendrán que aportar parte de las compensaciones destinadas a los propietarios de las construcciones demolidas.

Según explicó ayer la jefa de la Demarcación Costas del ministerio de Medio Ambiente en Murcia, Francisca Baraza, el propósito de Cristina Narbona es "esponjar la línea de costa. Ante la previsión de que suba el nivel del mar, como consecuencia del cambio climático, hay que retranquear los frentes marítimos actuales".

Esta alternativa pasaría por demoler las construcciones que invaden el dominio público y por negociar con los propietarios de las edificaciones situadas en primera línea de costa "la reubicación" de estos inmuebles. Esta alternativa requiere además un acuerdo con los ayuntamientos para que habiliten en sus planes de ordenación el suelo destinado a las nuevas construcciones". A su juicio, se trata de "prever futuros riesgos y de negociar políticas que contemplen estos riesgos. Debe asumirse que hay que dejar libre la primera línea de costa. Hay que anticiparse", apuntó la jefa de la Demarcación de Costas.

Francisca Baraza no precisó la cifra exacta de viviendas que tendrán que ser demolidas en la costa murciana, aunque destacó que la mayor parte se concentra en Mazarrón y en las riberas del Mar Menor, por lo que podría hablarse de varias decenas de construcciones. Añadió que cada una de las edificaciones serán estudiadas con precisión, dado que "no es cuestión de hacer tabla rasa". La responsable de Costas recordó que Medio Ambiente ya ha comprado terrenos en la Región para preservarlos del avance del ladrillo. Hace meses que la ministra Narbona anunció la compra de terrenos en Águilas destinados a evitar que acaben siendo urbanizados. Se propone además rescatar parte de las concesiones en vigor. Las propuestas de Medio Ambiente están contenidas en la Estrategia para la Sostenibilidad de la Costa, que propone medidas destinadas a despejar las costas del Mediterráneo, Baleares, Canarias, Cádiz y Huelva. El Cantábrico, según la información publicada ayer por el País, queda fuera del plan. Su coste se estima en unos 5.000 millones.

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