La detención de 67 'irregulares' en 12 horas confirma a la Región como alternativa a Canarias para las mafias

La Verdad digital

Salvamento Marítimo y Guardia Civil rescatan a trece personas que iban en dos pateras y que habían quedado a la deriva al romper el motor

Murcia no sólo se ha convertido en los últimos meses en una ruta alternativa a Canarias para la inmigración ilegal, sino que amenaza con cobrar similar importancia y con causar un problema social y humanitario de similares dimensiones. Las costas de la Región registraron ayer una oleada de pateras sin precedentes en la historia reciente, con la afluencia de al menos una decena de estas embarcaciones. Las fuerzas y cuerpos de seguridad lograron detener a 67 extranjeros, en distintos puntos del litoral, en las apenas doce horas que van desde las nueve de la noche del domingo a las nueve de la mañana de ayer.

En el periodo de poco más de dos meses, desde agosto hasta ahora, han sido más de 320 los inmigrantes que han penetrado ilegalmente en España a través de las costas de la Región y que han sido interceptados. La cifra de los que han logrado burlar los dispositivos de vigilancia y control se desconoce, y su estimación, por pura lógica, es imposible, ya que no han sido detectados.

La magnitud de estas cifras -tres centenares de inmigrantes en dos meses, y casi 70 en la última madrugada- ponen de manifiesto la importancia que está cobrando el sureste español como vía alternativa a Canarias. De hecho, durante el pasado fin de semana, las playas almerienses han registrado también una importante avalancha de pateras, que ha permitido a las fuerzas de seguridad detener a 174 inmigrantes irregulares.

Por el contrario, el último cayuco rescatado en las inmediaciones de las Canarias fue el detectado el pasado viernes a cinco millas al sur de Gran Canarias, con 20 personas a bordo. Desde entonces y hasta ayer no habían llegado nuevas embarcaciones al archipiélago, que ha registrado en los últimos meses un descenso importante de la afluencia de inmigrantes irregulares. Un fenómeno de tendencia opuesta al que ahora está experimentando la Región de Murcia.

Una ruta muy peligrosa

Fuentes de la Guardia Civil de Murcia y de la Policía Nacional señalan que la afluencia de pateras a la Región, de continuar en esta línea ascendente, puede dar origen «a un grave problema social y también humanitario, pues serán muchas las personas que se dejarán la vida en el intento de alcanzar las costas murcianas».Varios especialistas consultados por La Verdad consideran que muchos de estos inmigrantes son dejados cerca de las playas de Murcia por barcos de mayor tamaño, ya que los botes en los que llegan «no reúnen las condiciones de navegabilidad mínimas para hacer el trayecto desde Argelia». En concreto, el sábado y el domingo fueron localizadas dos pequeñas embarcaciones de apenas cuatro metros de eslora, en las que viajaban, respectivamente, seis y siete personas, «una carga más que excesiva, junto con el combustible, el agua y la comida, para poder cubrir las más de 110 millas desde las costas argelinas».

Pero también consideran que otras embarcaciones, más potentes, más grandes y más seguras -tipo zódiac- sí estarían completando todo ese trayecto, aunque con gran riesgo. De hecho, el domingo y el lunes fueron rescatadas dos barcas, con cinco y ocho personas a bordo, respectivamente, que habían quedado a la deriva por haberse estropeado los motores. «Si la cosa sigue aumentando, morirán muchos en el mar», apuntan estas fuentes