CARTAGENA/Comerciantes del centro pierden hasta 4.000 euros cada temporada por pequeños robos de ropa y complementos

Los dependientes denuncian que en las últimas semanas los ladrones utilizan un sofisticado aparato electrónico para desactivar las alarmas de las prendas
24.10.07 -
PEDRO CONESA/la Verdad

No saben cómo detenerlos. Los comerciantes del centro llegan a perder, en algunos casos, hasta 4.000 euros por temporada por culpa de los pequeños robos de ropa y complementos en sus comercios. Este tipo de delincuencia se ha convertido en un quebradero de cabeza para las empresas que no saben cómo atajar el problema.

Además, los empresarios, sobre todos los de las franquicias de ropa, denuncian que en las últimas semanas se están viendo sorprendidos por una nueva técnica de robo. Calculan que en cada tienda desaparece varias prendas sin razón justificada cada día, aunque la mayoría no lo denuncia.

A pesar de las medidas de seguridad, los ladrones consiguen retirar la alarma de las prendas de ropa, las colocan en otras y se marchan del local. Lo hacen gracias a un desacoplador magnético (aparato que se utiliza para extraer la alarma de las prendas de vestir) que adquieren a un precio asequible en Internet o en las tiendas de chinos.

La técnica es fácil.

Los amigos de lo ajeno aprovechan las grandes concentraciones de gente para entrar en una tienda. Una vez ahí, cogen muchos artículos y se dirigen a los probadores. Unos minutos después, salen y le entregan la ropa a la dependienta. Le dicen que no se llevan nada y las alarmas retiradas las introducen en los bolsillos de las prendas que han dejado.

«Pillamos a dos chicas que tenían uno de estos aparatos. Se metían en los probadores y luego salían diciendo que se iban. Siempre lo hacen con prendas pequeñas que pueden meter en bolsas o llevarselas puestas», explicó una dependienta que prefirió no dar su nombre

Cambio de sistema

Para la encargada de una tienda del grupo Inditex, cuya identidad pide guardar en el anonimato, este tipo de robos obligó a cambiar los sistema de seguridad en su local para intentar reducir los robos de los últimos meses. «En el almacén tengo una bolsa con las alarmas que han dejado. No sabemos cómo lo hacen pero lo dejan en otras prendas. Cuando los encontramos están sin romper y es señal de que saben cómo quitarlos. Viene tanta gente que es muy difícil controlarlo», explicó la encargada de la tienda.