El buen tiempo adelanta la floración y peligran los cultivos por las heladas

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El presidente comarcal de Coag, José Antonio Marín, opina que "pueden mermar la producción considerablemente" y anima a todos los agricultores a tramitar sus seguros
Las benignas temperaturas que se han registrado en la Región en las últimas semanas, con máximas que algunos días han alcanzado los 23 ó 24 grados centígrados, han hecho que se adelante la floración en el municipio de Cieza entre 20 y 30 días, según han indicado fuentes de la organización agraria Coag-Iniciativa Rural. Su presidente comarcal, José Antonio Marín, cree que los riesgos para la cosecha de este año son "altísimos", porque, dadas las fechas en las que nos encontramos, "es muy probable que de cara a febrero, el mes más frío tradicionalmente en todo el término municipal de Cieza, se produzcan heladas que puedan mermar de forma considerable la producción de este año".

Y es que, según Marín, el cien por cien de las variedades extra-tempranas está ya en flor, lo que supone un 30 por ciento de la producción total del municipio de Cieza. De llegar las temidas heladas, "supondría una verdadera catástrofe para el campo, porque, aunque la mayoría de agricultores tiene aseguradas sus cosechas, lo cierto es que las aseguradoras nunca compensan totalmente estas pérdidas".

Los riesgos de heladas severas son aún mayores si se tiene en cuenta la sequedad que presenta el suelo. En lo que llevamos de invierno, prácticamente no se han registrado precipitaciones en el municipio, y esto conlleva que no exista cubierta vegetal para amortiguar el frío. "El suelo está prácticamente desnudo, sin hierbas, por lo que si nos cae una helada, la tierra se congela y mantiene la temperatura por debajo de cero durante horas", señala el presidente de Coag, que ha animado a los agricultores que aún no hayan tramitado sus seguros a que lo hagan.

Otra de las consecuencias directas del temor a que aparezcan heladas es que los cosecheros no se atreven a iniciar las labores de aclareo en flor, lo que conlleva que no se proceda a la contratación de personal para llevar a cabo estas labores. Marín subraya que son muchas las personas, sobre todo inmigrantes, que están esperando para empezar a trabajar ya en el campo, pero lamenta que, si finalmente hiela, "muchas de estas personas no podrán trabajar ni ahora ni más adelante, puesto que la producción se mermaría notablemente".