jueves, 10 de enero de 2008

CARTAGENA/ El nuevo hospital universitario del Rosell recibe a los primeros quince estudiantes

Los alumnos de sexto curso de Medicina harán prácticas hasta el mes de mayo Acompañan y ayudan a los médicos adjuntos en todas las tareas del sanatorio
10.01.08 -
PEDRO CONESA/ La Verdad
El Rosell ya es a todos los efectos un hospital universitario. Aunque todavía no han sido cambiados los carteles (los nuevos fueron encargados hace meses) la llegada de los primeros quince estudiantes de sexto curso de Medicina de la Universidad de Murcia para recibir clases prácticas inicia una nueva andadura académica en el centro hospitalario. En unos días, los alumnos han pasado de estar sentados en el pupitre a batallar con la presión asistencial del Rosell. No serán los últimos ya que en los próximos días se incorporarán dos estudiantes con becas Erasmus de Francia y Alemania, mientras que el próximo curso lo harán también los estudiantes de quinto y en el 2010 los de cuarto.
Luz María Acosta y María Luisa Rodríguez, en Radiología; José María Castillo, en Hematología; y Antonio Moreno y María Luisa Masó, en Análisis Clínico, son cinco de los alumnos que desde el pasado lunes ya recorren los pasillos del hospital. Todos siguen desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde un estricto programa de formación. Participan desde el primer día en las reuniones matutinas y recorrerán las habitaciones, acompañando a un médico adjunto, hasta el mes de mayo. Son tratados como de la plantilla aunque, eso sí, deben preguntar antes de actuar y todo lo apuntan en sus libretas.
«Es un honor ser los primeros en hacer prácticas en el Rosell. Todos los alumnos somos de Cartagena y es un aliciente para poner más interés. Nos han acogido muy bien y los pacientes están encantados», afirman los estudiantes. No son sus primeras experiencias laborales ya que también han realizado prácticas en cursos anteriores en la Arrixaca, el Morales Meseguer y el Reina Sofía de Murcia, que también son hospitales universitarios.
Los futuros médicos dicen que todavía no se han acostumbrado a ver a familiares y personas conocidas por los pasillos, pero lucen con orgullo su nueva bata blanca y dicen estar encantados con esta nueva andadura.

Clases personalizadas

«Hemos hecho prácticas en otros centros y éramos muchos. Ahora va el médico adjunto con un sólo estudiante. Es como una clase personalizada en la que se aprende mucho más. Lo aprovecharemos», aseguró Antonio Moreno.

Todos tienen entre 23 y 24 años y en su horizonte han puesto la vista en conseguir una plaza en el futuro hospital de Cartagena. En unos meses terminarán la carrera y comenzarán su etapa de especialización, pero ninguno esconde su interés por ejercer en el nuevo centro hospitalario, cuya finalización está prevista para finales del 2009.

«Seguro que lo conseguirán. El futuro hospital busca gente con ganas, con ilusión y estos chicos reúnen esas características. Son el tipo de nuevo personal que se contratará para las nuevas instalaciones. Es muy bueno que empiecen a tomar aquí contacto con su futuro trabajo», dijo el jefe de estudios del Rosell, Andrés Conesa, responsable de la formación de esos estudiantes.

Lo que está claro es que alumnos, profesores y personal sanitario coinciden en describir esta nueva etapa como «el mejor instrumento para mejorar la calidad en la atención al paciente».

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