domingo, 18 de noviembre de 2007

La Manga no quiere hundirse

Empresarios y vecinos del mayor centro turístico de la Región restan credibilidad a los augurios de los ecologistas y reclaman más inversiones para evitar el previsible descenso de turistas
PEDRO CONESA/La Verdad
La Manga del Mar Menor sí hace bueno estos días ese apolillado lema turístico que la convertía -décadas atrás- en un paraíso entre dos mares. Las playas están desiertas, no hay colas de coches en esa espina dorsal que es su Gran Vía, y en las pocas cafeterías que hay abiertas tras el ajetreado verano se respira tranquilidad.


Casi siempre hay calma, salvo cuando en las barras de los bares, en la panadería o en la parada del autobús se habla del tema estrella para las poco más de tres mil personas censadas en este rincón que comparten los municipios de Cartagena y San Javier.


Aunque hay gente que se lo ha tomado con humor, lo cierto es que a los vecinos y empresarios de La Manga del Mar Menor no les ha sentado nada bien el fotomontaje de la organización ecologista Greenpeace que, para alertar del cambio climático, muestra la lengua de arena sumergida bajo las aguas en el año 2050.


Se sienten utilizados por haber sido escogidos como ejemplo para mostrar las consecuencias de la subida del mar y nadie cree que esa imagen será el futuro de la costa. Lo dicen tan convencidos como que el fotomontaje tendrá duras repercusiones económicas durante los próximos años por el descenso de inversores y turistas.


Los primeros que han levantado la voz de alarma han sido los empresarios, cansados ya de soportar largos inviernos con ventas paupérrimas, y con la vista puesta en el siguiente verano para equilibrar sus cuentas corrientes. En los últimos años, la población había crecido, sobre todo con jubilados -con lo que también sus beneficios- y ahora temen que el miedo haga que se marchen a otras ciudades. Piden más infraestructuras, la mejora de los servicios que vienen reclamando desde hace años y levantar un dique de construcción (si el fotomontaje se hace realidad) para paliar los efectos de la subida del mar.


Pero los vecinos tampoco se han quedado cortos. Los residentes de las zonas que aparecen en las imágenes del fotomontaje de Greenpeace (sobre todo la parte norte, desde el puente del Estacio hasta Veneziola) se han quejado durante años de la falta de servicios y esperaban que la construcción de varios bloques de viviendas fuera acompañada de más infraestructuras. Ahora se quejan de que la alerta lanzada por los ecologistas reducirá las inversiones privadas y públicas en la zona, cuyo territorio pertenece a San Javier.


En esa parte, hay proyectadas varios miles de viviendas en los próximos años y la construcción de un hotel. En la actualidad decenas de casas están paradas y los vecinos temen que no se lleguen a terminar y que la gente se marche. Alguno ya se lo ha planteado pero los más jóvenes ya han mostrado su deseo de trasladarse para no tener que enfrentarse al problema en el futuro.


«Mis padres compraron una casa para toda la familia en Veneziola. Dentro de muchos años la compartiremos mis dos hermanos y yo, pero no sabemos si quedará algo cuando se termine de pagar la hipoteca. En principio, nos lo hemos tomado con gracia pero estaremos atentos en los próximos años para intentar vender la vivienda. Mis padres ya han dicho que si encontramos comprador, la venderemos», explicó Andrés García, quien veranea todo el mes de agosto en Veneziola desde los últimos diez años.


Un tema pasado


De la misma opinión es José García, que trabaja de portero en una urbanización en el Pedruchillo y que recuerda que el hundimiento de La Manga es un tema que se lleva hablando desde hace más de dos décadas.


«Es muy difícil que pase lo que se muestra en las imágenes. Es un tema que se ha hablado mucho en los últimos años pero con esas fotos, los ecologistas han sido un poco duros. La mayoría de las personas son de fuera de la Región y nada más salir el reportaje, llamaron para saber cómo estaban sus casas. Lo hicieron de broma pero les preocupa que se llegue a esa situación», dice García.


Vecinos y comerciantes piden que se recuperen las playas y terrenos de los posibles lugares afectados para que La Manga no deje de ser una de las zonas preferidas por los inversores.


Precisamente mañana el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, presidirá en Murcia la inauguración de la sesión de clausura del ciclo de debate El uso del agua en la economía española: situación actual y perspectivas de futuro, momento que aprovechará seguro para dar su opinión sobre el futuro de La Manga.

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