miércoles, 28 de noviembre de 2007

CARTAGENA/La Policía pide el cierre de una casa y dos bares que son prostíbulos muy conflictivos

Segado promete actuar contra los locales de las calles Lizana y San Cristóbal En los burdeles trabajan y malviven mujeres en condiciones antihigiénicas
28.11.07 -
PEDRO CONESA/La Verdad
Nadie quiere un nuevo Molinete. Ni los vecinos ni las autoridades ni los cuerpos de seguridad. Por eso la Policía Nacional ha decidido actuar y ha pedido al Ayuntamiento que cierre dos bares y una vivienda particular ubicados en las calles San Cristóbal la Larga y Lizana que son burdeles muy conflictivos. Los dos establecimientos tenían hace años licencia para funcionar como bares. Pero ahora no cumplen las condiciones mínimas de higiene y sus propietarios venden bebidas alcohólicas sin permiso. Estos prostíbulos atraen a infinidad de proxenetas y drogadictos que pululan alrededor de las mujeres, lo que convierte la zona en un foco constante de conflictos. Por todo eso, y ante la petición policial, el concejal de Desarrollo Sostenible, Joaquín Segado, responsable de las licencias municipales, aseguró ayer que hoy mismo firmará el decreto de cierre de los dos bares.
Sin embargo, con la casa, al ser propiedad particular, no podrá hacer nada por ahora aunque los técnicos municipales buscan resquicios legales para proceder contra sus dueños.
«En las inspecciones han detectado diversas irregularidades. Está demostrado que el Bar Taurino ejerce otra actividad para la que había obtenido la licencia, mientras que el otro local es un locutorio que sólo está dedicado a la prostitución», explicó el concejal.
Segado añadió que Policía Nacional ha realizado un informe de la situación de los tres locales que fue enviado el viernes al Ayuntamiento. Anuncia que los dueños difícilmente podrán recurrir el decreto de suspensión de la actividad. La idea municipal es dar solución a las reivindicaciones de los vecinos. Ellos llevan años quejándose de la inseguridad en una zona en la que la presencia policial es requerida casi a diario en los últimos meses.
Fuertes controlesComo consecuencia de esas quejas vecinales, la Policía Nacional ha realizado en las últimas semanas ferreos controles para poder rebajar los índices de conflictividad. El intento de violación de una prostituta a finales de octubre es uno de los desencadenantes de la actuación de estos días.
Uno de los bares que serán cerrados es el antiguo Bar Taurino donde, según el informe policial al que ha tenido acceso La Verdad, se vendían bebidas alcohólicas en una «barra existente y que carece de la más mínima higiene».
Los agentes descubrieron que dentro del establecimiento existían «pequeñas salas» donde trabajaban las prostitutas.A unos metros, en el número 10 de la misma calle, la Policía descubrió una vivienda privada donde malviven mujeres de distintas nacionalidades, que reciben a decenas de hombres en condiciones «infrahumanas y sin higiene». Asimismo, en el número 8 de la calle Lizana, esquina con Beatas, se detectó que un locutorio es usado como una casa de citas clandestinas y que también registraba deficiencias higiénicas.

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