miércoles, 7 de mayo de 2008

CARTAGENA/ Los dueños de solares piden al Ayuntamiento más control para evitar que les arrojen basura


La mayoría de los 300 propietarios de parcelas multados en 2007 alegan que son sus vecinos quienes utilizan sus propiedades como vertederos


Muchos dueños de solares del municipio ya no saben qué hacer para que los vecinos colindantes a sus posesiones no les arrojen la basura. Por ese motivo, han pedido al Ayuntamiento más control para evitar «esa falta de civismo» y prevenir nuevos focos de insalubridad. La Concejalía de Desarrollo Sostenible tramitó trescientos expedientes contra los propietarios de solares de todo el municipio, que están sucios y lleno de maleza. La mayoría están situados en el casco histórico.

Pero la gran cantidad de suciedad que invade, por ejemplo, parcelas del Monte Sacro no es achacable únicamente a unos propietarios despreocupados por las ordenanzas. Una vez que el Ayuntamiento recibe una denuncia por suciedad y mal olor en una parcela, se lo comunica al propietario, que en el 95% de los casos subsana la deficiencia. El problema estriba en que unos meses después, los dueños reciben otra denuncia similar a pesar de tener el solar vallado tal y como exige la normativa municipal.

Los dueños culpan a los vecinos de las viviendas colindantes de ser «incívicos» y de llenar de bolsas de basura, muebles destrozados, botellas de cristal y ropa sus propiedades. Exigen al Ayuntamiento que controlen esta situación, que en ocasiones deriva en problemas de insalubridad.

Desde balcones

«Lo tiran desde sus balcones al solar que ven vacío. Es normal que crezca la maleza pero no las bolsas de basura. Lo curioso es que tiran ahí la basura a pesar de haber instalado más contenedores en el centro», señaló un técnico de Desarrollo Sostenible.

El Ayuntamiento abrió durante el 2007 trescientos expedientes sancionadores contra los propietarios que tenían solares en estado insalubre. Los infractores se enfrentan a una sanción económica que puede llegar hasta los seiscientos euros.

En menos de quince días los dueños tienen la obligación de limpiarlos, una vez que han recibido la notificación. En el caso de que no realice la limpieza, el Ayuntamiento actúa de modo subsidiario cuando detecta alguna irregularidad: lo limpia, lo valla y luego le pasa la factura al propietario, que siempre es más cara. El coste de la limpieza depende del tiempo que dura la tarea y del número de toneladas de residuos retirados del solar.

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