viernes, 28 de marzo de 2008

SAN JAVIER / Prisión para los tres detenidos por disparar cuatro tiros a un hombre frente a sus hijos



La Policía busca a un quinto sospechoso, y el herido permanece estable en la UCI de La Arrixaca
A. SALAS/ La Verdad

De nada les sirvió negarlo todo a los tres acusados del intento de homicidio de Rafael C.S., el hombre de etnia gitana, de 42 años, que recibió el pasado martes por la noche cuatro balazos en la puerta de su casa de Los Pozuelos, en Santiago de la Ribera, delante de su mujer y de 7 de sus 13 hijos.

La titular del Juzgado de Primera Instancia número uno de San Javier, Nerea Cavero, envió ayer a prisión a los tres imputados por homicidio en grado de tentativa, a pesar de que éstos negaron incluso haber estado por la noche en el lugar del tiroteo.

Aseguraron a la juez que esa noche se acostaron temprano, sobre las 20 horas, y uno de ellos negó incluso haber mantenido una riña con la víctima durante la comida que éste celebró en su casa el mismo día, según informó ayer el abogado del herido, Fermín Guerrero. Uno de los detenidos es consuegro del herido, Ramón Santiago Heredia, alias El Rayas.

También ingresaron ayer en prisión su hermano, José Santiago Heredia, alias El Bolo, y su hijo, Ramón Santiago Jiménez, alias El Chato. Un joven de 17 años que supuestamente participó en el asalto a la casa de Rafael C.S. se encuentra ya a disposición de la Fiscalía de Menores de Murcia. Un quinto implicado se encuentra aún en paradero desconocido, Antonio Santiago Heredia, alias El Patarra, cuya pista sigue la Policía. Según la versión de la esposa del herido, todo comenzó en el almuerzo familiar, donde se originó una discusión entre un yerno y el consuegro de la víctima, que fue subiendo de tono hasta que llegaron a las manos.

De hecho, el consuegro recibió un golpe en la cara en el forcejeo, aunque él declaró ayer a la juez que se lo hizo en un coche, según aclaró el letrado de la familia. El dueño de la casa, que permanece estable en la UCI de La Arrixaca de Murcia, les pidió que se marcharan y así quedó la discusión, hasta que hacia las 23 horas, cuando la numerosa familia de Rafael C.S. descansaba en su casa de Los Pozuelos, un grupo de hombres irrumpió con amenazas y disparó cuatro tiros a bocajarro sobre el hombre.

Varios autores

La familia del herido cree que el autor de los disparos no fue sólo uno. Creen que las cuatro balas que casi acaban con la vida de Rafael salieron de las armas de varios de los detenidos, aunque la Policía sólo encontró una pistola junto al charco de sangre y aún se desconoce a quién pertenecen las huellas.

Numerosos familiares del herido permanecieron ayer durante toda la mañana en la puerta del Palacio de Justicia de San Javier hasta conocer la orden de prisión de los supuestos agresores de Rafael. Más tranquila con la evolución favorable de su esposo, la mujer reconocía ayer que «ha tenido mucha suerte» a pesar de que recibió un tiro en la lengua, otro que le atravesó el cuello, un tercero en el costado, cerca del corazón, y otro en la pierna.

Según el abogado de la familia, uno de los imputados se hizo pasar ayer por hermano de la víctima para negar su implicación en el intento de homicidio. «¿Que le miren el ADN!», contestaron los familiares de Rafael, congregados a las puertas del Juzgado. Hijos, hermanos y otros familiares, algunos venidos de otras provincias, esperaron hasta ver salir hacia prisión a los agresores del cabeza de familia. Algunos increparon a los detenidos, aunque la mayoría mantuvo la calma.

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