viernes, 21 de marzo de 2008

CARTAGENA/ Caramelos de crocanti, dátiles de Getsemaní y monas de Pascua

Antonio Lopez/ La Verdad
No hay ciudad que se precie que no tenga un dulce típico durante estas fiestas. Aceite de oliva, harina, huevos, raspadura de limón, zumo de naranja natural y un chorrito de anís dulce, todo bien mezclado con mucho cariño, son los ingredientes mágicos para hacer unas buenas monas de pascua, el dulce estrella de Semana Santa. Si a ello se le une el toque secreto, que utiliza Conchita Martínez, la dueña de la confitería Cavite, de la calle Santa Florentina, que ha pasado de generación en generación desde hace más de 120 años, se obtiene una verdadera delicia gastronómica.

Caramelos de crocanti, dátiles de Getsemaní, torrijas, yemas de huevo, delicias de pregonero o los más que típicos Pilatos son otros de los dulces más buscados en Cartagena estas fechas de procesiones tanto por lugareños como por visitantes.

Los ingredientes básicos para hacer los clásicos caramelos de crocanti son muy simples: azúcar y almendra triturada. Es una receta que tiene unos cuarenta años y que los dueños de la confitería La Espiga de Oro, de la calle del Aire recuperaron hace diez para darle un sabor diferente a la Semana Santa. El precio no hace justicia su incomparable sabor. Los grandes, 2,90 euros cada uno, y una caja de los pequeños, 6,50.

6,50 euros el cuarto

Si por el contrario, mientras uno ve las procesiones le apetece unos deliciosos dátiles de Getsemaní, también tendrá que acercarse a esta confitería de la calle del Aire, y por 6,50 euros el cuarto los podrá disfrutar. Los ingredientes, según el confitero Antonio Sánchez, son dátiles rellenos de una pasta de almendra y dulce de leche. Son, sin duda, una exquisitez para el paladar, que hay que degustar.

Entre los que más piden en Jueves Santo los clientes están las torrijas de Semana Santa. Y es que, según reza la tradición, es el dulce que se toma desde tiempos ancestrales para aguantar todas las procesiones hasta bien entra la madrugada del viernes.

Pero si ninguno de estos dulces le gusta, aún puede probar las yemas de huevo o las delicias de pregonero (almendra y chocolate), o también los Pilatos, un dulce con la misma masa que las monas.

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