ALEXIA SALAS/ SAN JAVIER/ La Verdad
Los hosteleros confían en que la situación mejore de cara a Semana Santa
La ausencia de sol deja a sólo el 60% la ocupación hotelera para este fin de semana
El Mar Menor hace este fin de semana un ensayo general de primavera. Con el turismo a medio gas, por los cielos entoldados y las previsiones de lluvia para mañana, este mini puente de San José deja sólo entre el 60% y el 65% de ocupación en los hoteles costeros, según informó ayer el presidente de la Asociación de Establecimientos Turísticos de la costa murciana, Hostetur, José María Cano. Eso sí, los hoteles han reabierto sus puertas, después de dos o tres meses de cierre casi obligado por las bajas expectativas de clientela invernal, que han aprovechado para poner a punto instalaciones y servicios.
Las persianas que miran al mar levantan los párpados y los chiringuitos empiezan a abrir sus toldos. Para este fin de semana preliminar de la Semana Santa, las primeras vacaciones playeras del año por excelencia, ya han abierto sus puertas los hoteles que cerraron, que fueron casi todos en la zona de La Manga, para evitar pérdidas y reciclar instalaciones «en el peor invierno de los últimos años para el turismo de la costa», según reconoce Cano. Sin el turista inglés, apurado por la devaluación de la libra y la crisis mundial, ni el alemán o el escandinavo, los hoteleros han puesto en la próxima temporada «más esperanzas que certidumbres», comenta el presidente de Hostetur. De momento, la oferta hotelera está disponible al completo, sólo a falta del hotel Doblemar. «Todos han hecho reformas y puesta a punto de maquinaria, jacuzzis, piscinas, salones e iluminación, ya que un hotel es una instalación que sufre muchísimo», explica Cano. Para este fin de semana, cuentan con grupos de visitantes «aunque no es un fin de semana bueno para la costa porque es el último que tiene abiertas las pistas de esquí, por tanto la última oportunidad para esquiar, pero también parece bueno para el turismo de interior y el de ciudad, ya que en Semana Santa las previsiones mejoran para la costa», señala el representante de los hoteleros.
Más que en las playas del Mar Menor, que ayer sólo tenía alrededor a familias bien provistas de capuchas, la animación se centra este fin de semana en la variedad de actividades que organizan los ayuntamientos costeros. Citas como el Murcia Baila, que tenía ayer vendidas más de 1.200 entradas, llenó los hoteles de San Pedro del Pinatar y de Los Alcázares, pues este año las exhibiciones y talleres de baile se reparten entre estos dos municipios, concretamente en el Centro de Alto Rendimiento de Los Narejos y el pabellón deportivo pinatarense. El Trofeo de vela latina del puerto de Lo Pagán, previsto para hoy sábado, y la Copa de España en el Club Náutico de Los Alcázares, han ocupado plazas hoteleras y mesas de restaurante, si bien los manteles se llenaron ayer sobre todo por la festividad del Día del Padre. La fiesta familiar convirtió ayer en misión imposible encontrar mesa en un restaurante de la zona.
¿Y en Semana Santa?
De cara a la Semana Santa, los hoteleros son conscientes de la tendencia a reservar a última hora de los turistas. «Internet tiene la ventaja de que entras en la casa de cada turista, pero también que sólo reservan a última hora, cuando comprueban un buen pronóstico del tiempo». Según Cano, «hace 6 años, a estas alturas ya teníamos el 80% de las reservas confirmadas».
La ausencia de sol deja a sólo el 60% la ocupación hotelera para este fin de semana
El Mar Menor hace este fin de semana un ensayo general de primavera. Con el turismo a medio gas, por los cielos entoldados y las previsiones de lluvia para mañana, este mini puente de San José deja sólo entre el 60% y el 65% de ocupación en los hoteles costeros, según informó ayer el presidente de la Asociación de Establecimientos Turísticos de la costa murciana, Hostetur, José María Cano. Eso sí, los hoteles han reabierto sus puertas, después de dos o tres meses de cierre casi obligado por las bajas expectativas de clientela invernal, que han aprovechado para poner a punto instalaciones y servicios.
Las persianas que miran al mar levantan los párpados y los chiringuitos empiezan a abrir sus toldos. Para este fin de semana preliminar de la Semana Santa, las primeras vacaciones playeras del año por excelencia, ya han abierto sus puertas los hoteles que cerraron, que fueron casi todos en la zona de La Manga, para evitar pérdidas y reciclar instalaciones «en el peor invierno de los últimos años para el turismo de la costa», según reconoce Cano. Sin el turista inglés, apurado por la devaluación de la libra y la crisis mundial, ni el alemán o el escandinavo, los hoteleros han puesto en la próxima temporada «más esperanzas que certidumbres», comenta el presidente de Hostetur. De momento, la oferta hotelera está disponible al completo, sólo a falta del hotel Doblemar. «Todos han hecho reformas y puesta a punto de maquinaria, jacuzzis, piscinas, salones e iluminación, ya que un hotel es una instalación que sufre muchísimo», explica Cano. Para este fin de semana, cuentan con grupos de visitantes «aunque no es un fin de semana bueno para la costa porque es el último que tiene abiertas las pistas de esquí, por tanto la última oportunidad para esquiar, pero también parece bueno para el turismo de interior y el de ciudad, ya que en Semana Santa las previsiones mejoran para la costa», señala el representante de los hoteleros.
Más que en las playas del Mar Menor, que ayer sólo tenía alrededor a familias bien provistas de capuchas, la animación se centra este fin de semana en la variedad de actividades que organizan los ayuntamientos costeros. Citas como el Murcia Baila, que tenía ayer vendidas más de 1.200 entradas, llenó los hoteles de San Pedro del Pinatar y de Los Alcázares, pues este año las exhibiciones y talleres de baile se reparten entre estos dos municipios, concretamente en el Centro de Alto Rendimiento de Los Narejos y el pabellón deportivo pinatarense. El Trofeo de vela latina del puerto de Lo Pagán, previsto para hoy sábado, y la Copa de España en el Club Náutico de Los Alcázares, han ocupado plazas hoteleras y mesas de restaurante, si bien los manteles se llenaron ayer sobre todo por la festividad del Día del Padre. La fiesta familiar convirtió ayer en misión imposible encontrar mesa en un restaurante de la zona.
¿Y en Semana Santa?
De cara a la Semana Santa, los hoteleros son conscientes de la tendencia a reservar a última hora de los turistas. «Internet tiene la ventaja de que entras en la casa de cada turista, pero también que sólo reservan a última hora, cuando comprueban un buen pronóstico del tiempo». Según Cano, «hace 6 años, a estas alturas ya teníamos el 80% de las reservas confirmadas».
No hay comentarios:
Publicar un comentario