Alexia Salas/ la Verdad
Virus verdosos y diminutos de la gripe A salieron ayer a pasear por las calles de San Javier. La fiebre mundial se personificó en unos nada temibles gérmenes de la peña Los Pajaritos, seguidos de una legión de enfermeras, médicos y víctimas con bata y zapatillas. Con sus mofletes coloreados, se mofaron del miedo a la pandemia. No fue la única comparsa que satirizó la obsesión planetaria por las batas blancas, ya que la peña Ahora vas y lo cascas sacó a una abuela dando a luz, el colmo de la desdicha familiar.
El humor y el colorido brillaron ayer en el desfile de carrozas, una de las últimas citas de las fiestas de San Francisco Javier. Cientos de vecinos escoltaron la loca comitiva, que encabezaban los moteros del Club de Motos Clásicas y una manada de dinosaurios inflados. En lugar destacado, desfiló una representación de varios países de América Latina con sus banderas y una carabela con niños ataviados con trajes típicos. La peña de los mayores, infalible, se cubrió de melenas y flores de la era hippie, seguida por una carroza oriental. La peña Si lo sé no vengo reunió a una pandilla de vacas lecheras, que precedía a un ejército medieval. Samurais, hormigas y dioses romanos, recién salidos del Olimpo, sorprendieron al público en la avenida de la Aviación Española. Tirabuzones a lo Luis XV se mezclaron con mulatas de pelo en pecho.
Tras una intensa semana de actos, las fiestas se acercan a su fin, con el concurso de talentos, que organizan esta noche los comercios de San Javier Centro Abierto. El viernes tendrá lugar el macroconcierto.
Virus verdosos y diminutos de la gripe A salieron ayer a pasear por las calles de San Javier. La fiebre mundial se personificó en unos nada temibles gérmenes de la peña Los Pajaritos, seguidos de una legión de enfermeras, médicos y víctimas con bata y zapatillas. Con sus mofletes coloreados, se mofaron del miedo a la pandemia. No fue la única comparsa que satirizó la obsesión planetaria por las batas blancas, ya que la peña Ahora vas y lo cascas sacó a una abuela dando a luz, el colmo de la desdicha familiar.
El humor y el colorido brillaron ayer en el desfile de carrozas, una de las últimas citas de las fiestas de San Francisco Javier. Cientos de vecinos escoltaron la loca comitiva, que encabezaban los moteros del Club de Motos Clásicas y una manada de dinosaurios inflados. En lugar destacado, desfiló una representación de varios países de América Latina con sus banderas y una carabela con niños ataviados con trajes típicos. La peña de los mayores, infalible, se cubrió de melenas y flores de la era hippie, seguida por una carroza oriental. La peña Si lo sé no vengo reunió a una pandilla de vacas lecheras, que precedía a un ejército medieval. Samurais, hormigas y dioses romanos, recién salidos del Olimpo, sorprendieron al público en la avenida de la Aviación Española. Tirabuzones a lo Luis XV se mezclaron con mulatas de pelo en pecho.
Tras una intensa semana de actos, las fiestas se acercan a su fin, con el concurso de talentos, que organizan esta noche los comercios de San Javier Centro Abierto. El viernes tendrá lugar el macroconcierto.
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