sábado, 22 de septiembre de 2007

CARTHAGINESES Y ROMANOS


Belinda clama por una provincia festera
Decenas de festeros se enfrentan al mal tiempo en el campamento
PEDRO CONESA/CARTAGENA/La Verdad

«Buenas noches, por decir algo». Estas fueron las primeras palabras del presentador del acto del pregón de las fiestas de Carthagineses y Romanos, cuya decimoctava edición arrancó anoche. Esas palabras resumían la tristeza por no poder hacer la lectura en el balcón del Palacio Consitorial. Se actuó a tiempo y se realizó en el interior del edificio, para no dejar escapar la ilusión de tropas y legiones. Fue un acto más íntimo (sólo cabían 300 personas) y hacía calor, pero la alegría por el comienzo de las fiestas hizo que las arrengas fueran calentando poco a poco el ambiente. En la escalinata imperial hablaron todos: el presidente de la Federación, Antonio Madrid, la alcaldesa, Pilar Barreiro, los actores que representan a Aníbal y Escipión... y la pregonera, la presentadora Belinda Washington.

Para entonces, la gente ya estaba encendida. Belinda mostró ante los devotos de estas fiestas que se puede hace feliz a la gente con sólo unas palabras. Pidió que Cartagena se convierta en provincia. Nada menos. Al instante, se alzaron las manos y las espadas de los festeros. En la otra todavía tenían los paraguas.

Con emoción

La pregonera, vestida con una túnica de época, se explayó en el cariño que le tiene a las fiestas. Se debe a que hace 21 años conoció a su marido en Cartagena. Eso emocionó al público. También recordó a los anteriores pregoneros, de los que dijo que «se dejaron seducir por la ciudad como yo». La de ayer era su segunda presencia en la ciudad, tras ser nombrada Gran Dama de Carthago en 2005. Pero ayer era distinto y decía sentirse más festera que nunca.

La pregonera desgranó detalles de su última visita a una ciudad que «avanza hacia el futuro con paso firme, con parte de su pensamiento bien anclado en el pasado, con la experiencia de la historia vivida, con sus hazañas y sus derrotas. Como la cruzada que muchos deseáis de que Mastia, Quart-Hadast, Carthago, Carthago Nova o Cartagena sea una provincia dentro de esta noble Región. Con empeño y constancia lo conseguiréis», repitió Belinda Washington. Varios extranjeros que se colaron (osados ellos) en el acto siguieron el subir y bajar de espadas con mirada atónita. ¿Provincia, qué provincia? Pensaron que habían retrocedido dos mil años. Ellos también lucharon lo suyo para entender lo que decían unos y otros. Pero no dejaro de sonreír.

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