CARTAGENA/ El Centro Comercial Abierto pierde a la mitad de sus asociados por la crisis y las grandes superficies

Los minoristas prefieren vender y alquilar sus locales a empresarios que llegan a acuerdos con franquicias Los comerciantes empiezan a despedir a dependientes
ANTONIO LÓPEZ/ La Verdad
El comercio minorista tradicional del centro de la ciudad está en la cuerda floja. Buena prueba de ello es el alto porcentaje que se están viendo obligados a echar el cerrojo a sus negocios por los efectos de la crisis económica. Aunque por el momento es difícil cuantificar el número de tiendas que están cerrando, según apuntó el concejal de Comercio, Javier Herrero, de los 120 asociados que ya tenía el Centro Comercial Abierto hace apenas tres o cuatro años -cuando se adhirieron los del casco histórico-, ahora apenas son unos setenta.

Sin ir más lejos, desde que a principios de año se cerraron más de una docena de establecimientos (resultado de los primeros coletazos de la recesión económica), varias tiendas de Santa Florentina, San Fernando y del Carmen, han bajado ahora sus persianas en los últimos meses.

Algunos comerciantes prefieren vender y alquilar sus locales a empresarios que tienen acuerdos con franquicias y grandes firmas, que son los únicos que pueden hacer frente a la crisis con solvencia, antes de seguir con sus negocios.

Para el presidente del Centro Comercial Abierto, Antonio Sánchez Arenas, hay dos factores que explican esta situación, aparte de la crisis económica y la «invasión» de las franquicias. Por un lado, aseguró, «una de las grandes debilidades que tenemos los comerciantes del casco histórico de Cartagena es la mala accesibilidad que existe para entrar al centro de la ciudad, algo que nos perjudica, ya que los clientes prefieren marcharse a las grandes superficies de la afueras, antes que coger el coche para hacer sus compras en el centro.

Promocionar los parkings

«No tenemos un trasporte urbano que llegue a las principales calles del casco antiguo de Cartagena, además de que los aparcamientos en superficie, poco a poco, están desapareciendo», dijo Sánchez Arenas. Una de las sugerencias que el Centro Comercial Abierto hizo al Ayuntamiento ha sido la entrada de los Icuebús por la calle Salitre hasta la Plaza Juan XXIII y del Parque, para dar servicio además al nuevo Consistorio. De esta forma se animarían los ciudadanos a venir de compras sin necesidad de coger el coche, «pero por el momento no hemos tenido respuesta», matizó.

Por otro lado, señaló «los ciudadanos no tienen una cultura de parking. Siempre queremos dejar el vehículo en la calle y no pagar una plaza de aparcamiento subterráneo». Por ello, quieren hacer una campaña de concienciación, junto a las empresas concesionarias de los parking, para animar a los ciudadanos a que cuando vengan al centro, que dejen su vehículo en uno de ellos.

«Quienes más están notando esta situación de crisis son los pequeños y medianos comercios familiares. Éstos se ven obligados a dejar de invertir en sus negocios, para así reducir los gastos hasta el máximo. En muchas ocasiones hay que prescindir de algún trabajador que otro», explicó Sánchez Arenas.