Los agricultores reducen hasta un 30% sus plantaciones este año ante la falta de agua

Diario El Faro

Los agricultores del Campo de Cartagena sufren, un año más, la falta de agua característica de la zona en esta época del año, lo que les obliga a reducir considerablemente la superficie de sus plantaciones para la campaña de invierno, ya que “no resulta viable para los pequeños productores sacar adelante cosechas muy extensa”, según confirmó a este periódico el presidente de COAG, Vicente Carrión. Así, indicó que esta situación afectará fundamentalmente a la alcachofa, cuya producción podría reducirse hasta un 30% con respecto a anteriores campañas invernales.
Sin embargo, a pesar de ser la plantación más perjudicada en esta situación, otros productos como el apio o la lechuga también supondrán un problema para los agricultores que “no tienen agua suficiente para abastecer la extensión de sus plantaciones”.

En este sentido, el presidente comarcal de COAG indicó que “hay muchos pequeños productores que incluso dejan de plantar porque no tienen agua”, aunque añadió que “aún quedan aquellos que arriesgan porque tienen que hacer frente a créditos contraídos con anterioridad, necesarios para desarrollar la actividad agrícola, lo que los deja a merced de las variaciones del mercado ”.

Carrión destacó que llevan una semana sin recibir agua del trasvase, por lo que están recurriendo a los acuíferos, lo que supone un incremento en los costes de producción, que llegan casi a duplicarse, y es una causa más del receso en las plantaciones.

Mientras que el precio de un metro cúbico de agua del trasvase es de 25 céntimos aproximadamente, el coste de la que proviene de los acuíferos supera los 40 céntimos de euro. Este encarecimiento se debe al proceso de desalación que sufre este recurso antes de ser utilizable para el campo.

Al aumentar los costes del proceso productivo, los agricultores se ven obligados a incrementar también el precio de sus productos, por lo que dejan de ser competitivos con respecto a las importaciones de otros países.Los agricultores temen que esta campaña de invierno “no sea suficiente ni para cubrir gastos”, ya que hay pequeñas explotaciones que tendrían que reducir aún más su extensión e incluso cerrar.

En este sentido, Carrión confirma que es un sector muy acostumbrado a vivir en la incertidumbre pero “no podría aguantar otra temporada de pérdidas como el año pasado”.