domingo, 15 de noviembre de 2009

Zarpan de Seychelles con polémica los primeros atuneros con vigilantes

La empresa que protege otro barco duda de la instrucción dada a los agentes
15.11.09 -
ÍÑIGO DOMÍNGUEZ ENVIADO ESPECIAL. VICTORIA/ La Verdad
Los marineros de la flota atunera de Seychelles han bautizado desde hace días a los agentes privados que llegaban ayer como los Carrefour, una expresión de desconfianza en referencia a la idea de que parte de ellos sólo eran hasta ahora vigilantes de seguridad. También porque antes de partir sólo han hecho un cursillo de tres días. Pero no es sólo un comentario coloquial. Otra empresa que se encarga de la protección de uno de los barcos españoles con bandera de Seychelles, UC Global, dudó de la preparación. «No creo que sea adecuada para esta zona de actuación, el mar, y no tienen experiencia en ella», opinó ayer uno de sus dirigentes, presente en Seychelles para coordinar el despliegue en la nave cuya seguridad gestiona, el Draco.
Este buque, recién llegado de Galicia, se ha convertido en el noveno atunero español con pabellón de las islas que introduce soldados de fortuna, aunque es un caso particular porque ha contratado a esta compañía española. Los otros ocho, que ya cuentan con protección desde hace más de un mes, habían recurrido a Pilgrim, una firma de Seychelles, que también ha obtenido personal de la compañía británica Minimal Risk, una firma de militares privados de élite.
En cambio UC Global, con dos años de vida, una sede en Cádiz y otra en Estados Unidos, dice ser la única firma española de formación y asesoramiento militar de alto nivel. Explica que ha proporcionado al Draco «una unidad de operaciones especiales navales» con experiencia militar marítima y formación específica naval, en comunicaciones, buceo y médica. El responsable de UC Global considera que el Real Decreto hecho a toda prisa por el Gobierno para paliar la protección de la flota sólo ha dejado optar al servicio a firmas de seguridad privada, que en su opinión no tienen el perfil ni la capacidad para realizarlo. «Un cursillo de tres días no es suficiente», asegura. Por otro lado, opina que el texto tiene lagunas, pues se trata de un curso no reglamentado.
Por el contrario, responsables de dos de las cuatro compañías atuneras consultados ayer replican que el curso ha sido idóneo, confían en el servicio y que «la impresión que han dado los vigilantes en el primer contacto ha sido buena». En cuanto a la elección de la compañía, señalan que se optó por la que hizo una mejor oferta y presupuesto, Segur.
También fuentes del Ministerio de Defensa respondieron que la instrucción ha sido «completa y rigurosa», pese a la celeridad. Admiten que hay ex vigilantes, pero afirman que la mayoría son ex militares. Sobre la adjudicación del contrato, explican que no ha habido concurso, porque son las compañías atuneras quienes han contratado el servicio. Defensa ha dirigido la formación y selección -60 candidatos que hicieron el curso en la base de Cartagena del martes al viernes-, así como el viaje en un avión militar y la cesión del armamento.
En cualquier caso, los marineros ayer por fin vieron a los agentes privados cara a cara y zarparon a toda prisa los primeros atuneros de bandera española con soldados privados a bordo. Los 54 hombres, al final dos más de los anunciados, aterrizaron ayer en la isla, en un Boeing 707 de la Fuerza Aérea Española. Por la tarde, nueve de los trece barcos de bandera española partieron con los nuevos equipos de seguridad a bordo.

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