El marroquí ahogado en una balsa de riego de El Jimenado pudo ser víctima de un mareo o una imprudencia
14.11.10 - 01:35 -
LOLA GUARDIOLA |/ La Verdad
El cuerpo de Mohamed B., el joven marroquí de 24 años que murió el viernes ahogado en un balsa de riego cerca de la autovía A-30, a pocos kilómetros de El Jimenado, se encuentra ya en el tanatorio Virgen del Pasico de Torre Pacheco, a la espera de que el martes sea trasladado por la familia a su ciudad natal, Oujda, para recibir musulmana sepultura.
Antes, hasta mediodía del sábado, había permanecido en el Instituto de Medicina Legal de Cartagena, puesto que la Guardia Civil ha abierto una investigación para intentar esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte del muchacho, que estaba trabajando en labores de desbroce de matorrales en los taludes de la balsa. Los forenses confirmaron que el fallecimiento se produjo por ahogamiento.
A mediodía del viernes, los buceadores de la Guardia Civil rescataron muerto a Mohamed, unas dos horas después de que cayera a la balsa, propiedad de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena.
Junto con otros dos compañeros, pararon para desayunar. A partir de ahí, según Miguel, el titular de la empresa de construcción y mantenimiento de embalses para la que trabajaban los tres, se dirigieron hacia la escalera que baja hacia el suelo desde la corona de la balsa.
En ese momento, siempre según la versión que el empresario dijo conocer a través de sus empleados al poco de suceder el accidente, «todo fue muy rápido, Mohamed accedió desde el pasillo a una zona prohibida, los compañeros le dijeron que no se acercara; por lo visto se resbaló, cayó, intentaron rescatarlo, uno ellos desde el agua; aguantó todo lo que pudo pero se le escapó, y vieron como se iba sumergiendo hasta perderlo de vista». Entonces, llamaron al 112.
Miguel asegura que ha sido «una cosa extrañísima», sobre la que «hay dudas porque ahí no tenían que estar trabajando, el pasillo era seguro, con sus indicaciones, de cuatro metros de ancho». Y concluye: «no sabemos si es que él ha cometido una imprudencia o le ha dado un mareo porque, insisto, sus compañeros le han advertido de que no se acercara al borde».
Todo en regla
El empresario subraya que «todo» en la balsa estaba en regla y que tanto Mohamed, como sus empleados, «realizan periódicamente cursos de prevención de riesgos para estos trabajos». Alrededor de la una, agentes judiciales, guardia civil y personal de la funeraria procedieron a levantar el cuerpo de Mohamed. El muchacho llevaba pocos meses en la empresa. Su padre, también empleado de Miguel, le había pedido trabajo para él.
El accidente de Mohamed es el cuarto de este tipo en la Región desde julio de 2009. Entonces, un hombre se ahogó en una balsa de Alhama de Murcia mientras se bañaba. En septiembre de ese año, una mujer falleció al ser arrastrado su coche a otra balsa durante una riada y en enero de este año, un agricultor mazarronero se ahogaba en su explotación.
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