Crespo niega contactos oficiales con la entidad madrileña, aunque admite que «hay constancia de que han pedido un informe sobre la situación de Caja Mediterráneo»
ZENÓN GUILLÉN ALICANTE/ La Verdad
ZENÓN GUILLÉN ALICANTE/ La Verdad
Caja Mediterráneo se mostró ayer muy prudente a la hora de valorar el interés de Caja Madrid en una operación de fusión. El presidente de la entidad, Modesto Crespo, aseguró que no hay «ningún contacto oficial», aunque reconoció que se está abierto «a estudiar cualquier oferta o proposición que pueda surgir», lo que no significa «que esté negociando en estos momentos». Eso sí, admitió que «hay constancia de que -la entidad madrileña- ha pedido un informe sobre la situación de la CAM».
La primera reacción oficial de la CAM ante la información que publicaba ayer el diario El País, en el que apuntaba a una operación con Caja Madrid, a la que se sumaría también Caixa Galicia, dejaba claro que «a día de hoy, no hay ningún tipo de contacto» y que si llegara el caso, «se estudiaría cualquier oportunidad, pero siempre desde valoraciones técnicas».
Sin embargo, fuentes del consejo de administración de la caja alicantina indicaron a este periódico que «sí han existido ya conversaciones entre las cúpulas, aunque no se haya concretado».
Crespo precisó que tanto Caja Madrid como la CAM tienen «el conocimiento técnico de cuál es la situación de cada caja». «Lo pueden tener como nosotros lo tenemos del resto de entidades», dijo.
El presidente de la caja alicantina llegó ayer a «desmentir la noticia» en un acto en Elche, al ser preguntado por los medios, mientras aclaraba que su publicación «nace en el seno de Caja Madrid». Señaló que «nosotros tenemos la posibilidad y vamos a continuar trabajando por nuestra independencia». Se trata de una postura de cierre de filas ante los continuos rumores de fusiones, que se apoya en su solvencia financiera.
De igual forma, Caixa Galicia negó la existencia de contactos. Aseguró en un comunicado que es «totalmente ajena» al interés de Caja Madrid, y rechaza haber mantenido contactos para el «estudio o formalización» de este proyecto. El propio presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijoó, aseguró desconocer el informe de fusión, mientras puntualizó que es a su Ejecutivo a quien «le corresponde tomar cualquier decisión».
La guerra institucional que vive la caja madrileña, con su presidente Miguel Blesa en el centro de la polémica, podría estar detrás del interés por acelerar una fusión.
Por su parte, Crespo argumentó que, para que se realice una operación de este tipo, «los condicionamientos políticos no deben de existir». En este sentido, señaló que «ninguna fusión, ninguna actuación de esta índole» puede ser «impuesta», debe ser aprobada por los distintos consejos de administración y representa «procesos larguísimos». Así que «si se hubiera iniciado cualquier tipo de contacto, sería un proceso de mucho tiempo», concluyó.
La primera reacción oficial de la CAM ante la información que publicaba ayer el diario El País, en el que apuntaba a una operación con Caja Madrid, a la que se sumaría también Caixa Galicia, dejaba claro que «a día de hoy, no hay ningún tipo de contacto» y que si llegara el caso, «se estudiaría cualquier oportunidad, pero siempre desde valoraciones técnicas».
Sin embargo, fuentes del consejo de administración de la caja alicantina indicaron a este periódico que «sí han existido ya conversaciones entre las cúpulas, aunque no se haya concretado».
Crespo precisó que tanto Caja Madrid como la CAM tienen «el conocimiento técnico de cuál es la situación de cada caja». «Lo pueden tener como nosotros lo tenemos del resto de entidades», dijo.
El presidente de la caja alicantina llegó ayer a «desmentir la noticia» en un acto en Elche, al ser preguntado por los medios, mientras aclaraba que su publicación «nace en el seno de Caja Madrid». Señaló que «nosotros tenemos la posibilidad y vamos a continuar trabajando por nuestra independencia». Se trata de una postura de cierre de filas ante los continuos rumores de fusiones, que se apoya en su solvencia financiera.
De igual forma, Caixa Galicia negó la existencia de contactos. Aseguró en un comunicado que es «totalmente ajena» al interés de Caja Madrid, y rechaza haber mantenido contactos para el «estudio o formalización» de este proyecto. El propio presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijoó, aseguró desconocer el informe de fusión, mientras puntualizó que es a su Ejecutivo a quien «le corresponde tomar cualquier decisión».
La guerra institucional que vive la caja madrileña, con su presidente Miguel Blesa en el centro de la polémica, podría estar detrás del interés por acelerar una fusión.
Por su parte, Crespo argumentó que, para que se realice una operación de este tipo, «los condicionamientos políticos no deben de existir». En este sentido, señaló que «ninguna fusión, ninguna actuación de esta índole» puede ser «impuesta», debe ser aprobada por los distintos consejos de administración y representa «procesos larguísimos». Así que «si se hubiera iniciado cualquier tipo de contacto, sería un proceso de mucho tiempo», concluyó.
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