Los agentes inmobiliarios alertan de que cuando lleguen otros dos mil trabajadores faltarán pisos y piden el arreglo de los que están deshabitados
02.08.09 -
ANTONIO LÓPEZ CARTAGENA / La Verdad
02.08.09 -
ANTONIO LÓPEZ CARTAGENA / La Verdad
Las obras de ampliación de la refinería de Repsol en el Valle de Escombreras han propiciado la llegada a la ciudad de cientos de trabajadores que necesitan alojamiento hasta finales del año que viene. Muchos buscan casas, pisos, dúplex, áticos o apartamentos para ellos y sus familias, pero no cualquier cosa. En su mayoría son ingenieros o técnicos superiores que tratan de encontrar una vivienda céntrica. Este núcleo de trabajadores ha dado trabajo extra en el último mes a las inmobiliarias, que han visto aumentar el ritmo de alquileres hasta un 20%.
«La llegada de trabajadores de Repsol ha influido bastante, pero en el último año lo que se lleva más es alquilar un piso. Ahora se tarda menos tiempo», explicó la asesora inmobiliario de Inmocentro Maribel Andreu.
Lo que busca este tipo de trabajador son viviendas en la zona centro de la ciudad, con muchos servicios, próxima a centros comerciales y con plaza de aparcamiento. «Normalmente buscan para una pareja, pisos con muchas comodidades, amueblado y, a veces, vienen exigiendo zonas residenciales como el polígono Santa Ana o La Vaguada», explicó la coordinadora de la inmobiliaria Inmocartago, Eva María López.
En opinión de la comercial de la inmobiliaria de la calle Juan Fernández Proinmocar, Alicia Date, estos trabajadores «no escatiman, a veces, en el precio que tienen que pagar. Casi todos los días entra alguno preguntando, y todos piden los mismo, en el centro».
Lo que no ha bajado a pesar de la crisis es el precio de los alquileres. Las cuatro inmobiliarias de la ciudad consultadas coinciden en que se mantienen y que si ha descendido ha sido muy poco. La media de una vivienda de unos 70 metros cuadrados de tres habitaciones comedor-salón, cocina y dos cuartos de baño ronda los 550 o 600 euros, dependiendo de las calidades y la zona, y si se quiere optar a una plaza de garaje.
Lo más caro y más barato
Los más caro tanto para alquilar como para vender es la famosa milla de oro, una zona comprendida entre la calle Ángel Bruna, la Avenida Reina Victoria, Alameda de San Antón y el Paseo Alfonso XIII. Aquí el precio de un piso puede rondar los 700 euros de media. El más caro incluso cuesta mil euros, concretamente en el edificio 2001 ubicado en la Plaza de España, explicó el gerente de la inmobiliaria Urbanilia, Antonio Terrer.
Lo más barato para alquilar es algunas zonas del casco antiguo, en la zona de San Diego, que rondarían los 500 euros y el extrarradio de la ciudad como Barrio Peral y otras barriadas donde los precios oscilan entre 450 euros. «En estas zonas encontrar una vivienda en buen estado es complicado. Los dueños son muy reacios a invertir en las casas para mejorarlas o poner muebles nuevos», aseguró Terrer.
Las obras de la refinería han atraído a muchos trabajadores que quieren alquilar. «Éstos sí que han encontrado viviendas en buenas condiciones, y aún quedan. El problema será cuando lleguen los otros dos o tres mil obreros que necesita la petrolera para terminar sus obras», advirtió el gerente de Urbanilia.
En su opinión en Cartagena la mayoría de viviendas que se ofertan para alquilar, sobre todo por particulares, están «en muy mal estado. Los dueños no las quieren arreglar y casi no se puede vivir en ellas. Por eso cuando llegue el grueso de trabajadores de Repsol, les será muy difícil encontrar un piso donde merezca la pena entrar a vivir. Será aquí cuando tengamos un verdadero problema», afirmó el experto.
«La llegada de trabajadores de Repsol ha influido bastante, pero en el último año lo que se lleva más es alquilar un piso. Ahora se tarda menos tiempo», explicó la asesora inmobiliario de Inmocentro Maribel Andreu.
Lo que busca este tipo de trabajador son viviendas en la zona centro de la ciudad, con muchos servicios, próxima a centros comerciales y con plaza de aparcamiento. «Normalmente buscan para una pareja, pisos con muchas comodidades, amueblado y, a veces, vienen exigiendo zonas residenciales como el polígono Santa Ana o La Vaguada», explicó la coordinadora de la inmobiliaria Inmocartago, Eva María López.
En opinión de la comercial de la inmobiliaria de la calle Juan Fernández Proinmocar, Alicia Date, estos trabajadores «no escatiman, a veces, en el precio que tienen que pagar. Casi todos los días entra alguno preguntando, y todos piden los mismo, en el centro».
Lo que no ha bajado a pesar de la crisis es el precio de los alquileres. Las cuatro inmobiliarias de la ciudad consultadas coinciden en que se mantienen y que si ha descendido ha sido muy poco. La media de una vivienda de unos 70 metros cuadrados de tres habitaciones comedor-salón, cocina y dos cuartos de baño ronda los 550 o 600 euros, dependiendo de las calidades y la zona, y si se quiere optar a una plaza de garaje.
Lo más caro y más barato
Los más caro tanto para alquilar como para vender es la famosa milla de oro, una zona comprendida entre la calle Ángel Bruna, la Avenida Reina Victoria, Alameda de San Antón y el Paseo Alfonso XIII. Aquí el precio de un piso puede rondar los 700 euros de media. El más caro incluso cuesta mil euros, concretamente en el edificio 2001 ubicado en la Plaza de España, explicó el gerente de la inmobiliaria Urbanilia, Antonio Terrer.
Lo más barato para alquilar es algunas zonas del casco antiguo, en la zona de San Diego, que rondarían los 500 euros y el extrarradio de la ciudad como Barrio Peral y otras barriadas donde los precios oscilan entre 450 euros. «En estas zonas encontrar una vivienda en buen estado es complicado. Los dueños son muy reacios a invertir en las casas para mejorarlas o poner muebles nuevos», aseguró Terrer.
Las obras de la refinería han atraído a muchos trabajadores que quieren alquilar. «Éstos sí que han encontrado viviendas en buenas condiciones, y aún quedan. El problema será cuando lleguen los otros dos o tres mil obreros que necesita la petrolera para terminar sus obras», advirtió el gerente de Urbanilia.
En su opinión en Cartagena la mayoría de viviendas que se ofertan para alquilar, sobre todo por particulares, están «en muy mal estado. Los dueños no las quieren arreglar y casi no se puede vivir en ellas. Por eso cuando llegue el grueso de trabajadores de Repsol, les será muy difícil encontrar un piso donde merezca la pena entrar a vivir. Será aquí cuando tengamos un verdadero problema», afirmó el experto.
LOS DATOS DEL SECTOR
Precio medio de un alquiler: Ronda los 550 euros y los 600. Dependiendo de la zona y el equipamiento de la vivienda.
La zona más cara: La 'milla de oro', entre la calle Ángel Bruna, la Avenida Reina Victoria, Alameda de San Antón y Paseo Alfonso XIII. Un piso puede llegar a costar mil euros aunque la media está en 700.
Lo más barato: Casco antigu,o como la calle San Diego, o el extrarradio, como Barrio Peral. Allí los precios rondan los 450 euros de media aunque las viviendas no están bien equipadas.
Cuánto ha aumentado el ritmo de alquileres: Los agentes inmobiliarios calculan que un 20% en el último año.
Precio medio de un alquiler: Ronda los 550 euros y los 600. Dependiendo de la zona y el equipamiento de la vivienda.
La zona más cara: La 'milla de oro', entre la calle Ángel Bruna, la Avenida Reina Victoria, Alameda de San Antón y Paseo Alfonso XIII. Un piso puede llegar a costar mil euros aunque la media está en 700.
Lo más barato: Casco antigu,o como la calle San Diego, o el extrarradio, como Barrio Peral. Allí los precios rondan los 450 euros de media aunque las viviendas no están bien equipadas.
Cuánto ha aumentado el ritmo de alquileres: Los agentes inmobiliarios calculan que un 20% en el último año.
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